La evolución del mercado laboral en nuestro país y las condiciones actuales han llevado a un marcado crecimiento del emprendimiento en los últimos años. El autoempleo se desmarca como una vía para explotar ideas diferentes de negocio y atreverse a dar el paso es más importante que nunca. 

En esta primera fase juegan un papel vital las startup, un modelo de empresa que permite arrancar a tu negocio con ciertas facilidades y características. Si tienes una idea innovadora y ganas de intentarlo, estos son los requisitos y pasos necesarios para montar tu propia startup.

Startup: ¿Qué es?

Antes de empezar a hablar de los trámites necesarios para crearla, o de las ventajas de hacerlo, conviene tener claras las bases de qué es una startup. Una startup puede definirse como una empresa de poca edad o de nueva creación. Las startup son modelos de negocio con grandes posibilidades de crecimiento, pues fundamentan su funcionamiento en el uso de nuevas tecnologías y adoptan un modelo escalable de negocio.

Todo eso está muy bien, pero probablemente sigas sin saber en qué se diferencia lo expuesto de una pyme convencional, ¿cierto? La principal diferencia entre ambas es cómo maneja sus objetivos a corto, medio y largo plazo. 

Mientras que la pyme o empresa suele nacer con objetivos muy claros a corto plazo, buscando una rentabilidad inmediata para poder crecer rápidamente, una startup suele preocuparse más por desarrollar un producto interesante y diferente, que pueda atraer la atención de posibles inversores. La startup, en definitiva, busca especializarse sobre una idea novedosa y se centra totalmente en ella. 

Trámites y requisitos para crear una startup

Crear una startup en España requiere cumplir una serie de requisitos y trámites tanto legales como fiscales que deben llevarse a cabo.

                                                                       Forma jurídica

El primer paso es elegir la forma jurídica que la startup va a adoptar. Esta dependerá principalmente del capital disponible y de los beneficios que se proyecten. Las posibilidades son autónomo, Sociedad Cooperativa, Sociedad Civil o Sociedad Limitada, aunque hay otras muchas menos comunes pero igualmente válidas. Es vital asegurarse de conocer bien la responsabilidad con la que se contará en cada caso. 

                                                         Principales trámites y registros

  • Lo siguiente y más importante será registrar el nombre de tu startup en el Registro Mercantil Central. Este trámite puede hacerse reservando cita u online. 
  • Sigue el capital inicial, si la forma jurídica elegida necesita de uno. Deberás preparar una cuenta bancaria a nombre de la empresa y hacer el ingreso correspondiente.
  • A continuación, será necesario redactar los estatutos sociales de la startup y presentar su escritura pública de constitución, los dos documentos firmados ante notario.
  • En Hacienda, será necesario solicitar un NIF de empresa, o usar tu NIF de ciudadano español si eres autónomo. 
  • También tendrás que darte de alta en el Censo de Empresarios, Profesionales y Retenedores, presentando el modelo 036 o 037 y asegurándote de marcar el epígrafe correspondiente a la futura actividad de la startup. 
  • Finalmente, queda la inscripción en el registro mercantil, lo que puede hacerse hasta 2 meses después de la constitución de la empresa. En el caso de los autónomos, habrá que hacerlo, en su lugar, en el RETA.
  • Si vas a contar con plantilla de trabajadores, todos  tienen que estar inscritos en la Tesorería General de la Seguridad Social en el régimen correspondiente. En este caso, también será necesario comunicarlo al SEPE, junto con el tipo de contrato. 
  • Por último, hay que decidir dónde se llevará a cabo físicamente la actividad de la startup. Si es un centro de trabajo nuevo debe comunicarse al departamento de trabajo, o tramitar la licencia de apertura en el Ayuntamiento si es un local de cara al público.
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