Ante un mercado cada vez más exigente y competitivo donde las PYMEs no deben quedarse atrás, se hace necesario apoyarse en un sistema ERP para optimizar al máximo la gestión empresarial, independientemente del sector de la empresa, su tipo de productos o los servicios ofrecidos.

De esta forma, el sistema ERP ofrece la posibilidad de controlar de manera ordenada y eficiente todo el flujo de información recopilada para cada uno de los diferentes departamentos. Es decir, trabajar con una única base de datos completamente centralizada desde donde realizar las gestiones que sean necesarias en tiempo real.

Sin embargo, antes de decidir qué tipo de software necesita la empresa se debe entender al completo qué es y para qué sirve un sistema erp con el fin de encontrar el que mejor se adapte a cada modelo de negocio.

Qué es un sistema ERP

Las siglas ERP son la abreviatura de Enterprise Resource Planning, que se traduce de manera no literal como Sistema de Gestión Empresarial. Este software está diseñado para automatizar y organizar todos los procesos relacionados con la gestión de la empresa en una única base de datos. Dicho de otro modo, con un sistema ERP la empresa será capaz de centralizar todos los datos procedentes de cada uno de sus departamentos para conseguir una mayor fluidez. 

El software incluye diferentes módulos que, a su vez, se corresponden con cada uno de los departamentos de la empresa. Generalmente se compone de contabilidad, facturación, logística, inventario, compras, ventas, recursos humanos y atención al cliente.

Para qué sirve un sistema ERP

Independientemente de los distintos departamentos que conformen la empresa, se debe tener en cuenta que dependen los unos de los otros para cumplir los objetivos de la misma. Por ello, al contar con un sistema ERP se fortalece el trabajo conjunto y se mejora la productividad. Además, al poder obtener datos en tiempo real de cada una de las gestiones realizadas, es posible minimizar errores y controlar el flujo de trabajo. 

Con un sistema ERP garantizamos una mayor seguridad de la información, un control financiero en tiempo real y una mejor comunicación con los clientes, que se suman al resto de beneficios ya mencionados.

Del mismo modo, es importante comprender que la utilización de este tipo de software ERP no significa un cambio en la organización o funcionamiento de la empresa. Su principal función es la de mejorar los tiempos de respuesta con los clientes.

Al igual que es necesario comenzar con el proceso de digitalización cuanto antes, los autónomos y pequeñas empresas deben actualizar su método de gestión empresarial con la ayuda de un sistema ERP. Mantenerse al día con las necesidades de los usuarios actuales interesados en los productos y servicios es un método infalible para asegurar el éxito de todas las campañas realizadas a favor del crecimiento empresarial.

La inversión, aunque puede parecer costosa en un primer momento, se recupera en cuestión de unos pocos meses. A cambio, al mejorar el tiempo de respuesta se consigue no solo una mejor opinión del público hacia la empresa sino un claro aumento en el número de ventas. 

Sin embargo, es necesario ponerse en contacto con una agencia profesional con el fin de obtener un asesoramiento lo más detallado posible acerca de cómo sacarle el máximo partido a esta herramienta.

Revisar al detalle el modelo empresarial para conocer su estrategias, procesos y flujos de información entre cada uno de los departamentos, es el método más seguro y fiable de conseguir los objetivos marcados con la ayuda de un sistema ERP.

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