Los ecommerce no han dejado de crecer en los últimos años. Ya se trate de la representación digital de una empresa con sede física o de proyectos que se limitan al mercado digital, un ecommerce es una ventana hacia un público y un potencial de crecimiento enormes. Es por estas condiciones que incluso los propietarios de pymes y empresas más pequeñas se animan cada día en mayor número a dar el paso y conseguir su propio ecommerce con el que seguir desarrollando su negocio. Pero, ¿qué es exactamente un ecommerce? ¿y qué hace falta para montarlo?

¿Qué es un ecommerce?

Un ecommerce es, en términos generales, un sitio web de una empresa o autónomo en que se venden productos o servicios. Esto es común en muchas webs, pero para que sea considerado un ecommerce debe cumplirse la condición de que la totalidad de la contratación o compra se pueda realizar en la misma web, desde la búsqueda y selección del producto o servicio al pago. 

Existen tres grandes tipos de ecommerce si los clasificamos según el público al que se dirigen:

B2C

También llamado Business to consumer, es la tienda que vende online sus productos o servicios directamente al consumidor final, como un supermercado online o una tienda de moda.

B2B

Business to business, es el tipo de ecommerce en que la empresa vende a otras empresas, tratando con autónomos y otros profesionales. Como ejemplo podríamos tomar las consultoras de marketing.

C2C

Consumer to consumer, es cuando el comercio se da entre consumidores, como puede ocurrir por ejemplo en Wallapop o en algunos casos en Ebay.

Por supuesto, esta no es la única forma de clasificar los ecommerce, aunque sí una de las más sencillas y usadas. Otras formas de clasificación son según el tipo de producto que se ofrece o según el número de sus proveedores, dando así la idea del tamaño aproximado del ecommerce. 

El modelo de ecommerce ofrece una gran cantidad de ventajas para el empresario, que se pueden ver reflejadas en su competitividad y por tanto acaban beneficiando también al cliente:

  • Es mucho más económico que mantener una tienda física. 
  • El vendedor recibe más información de sus clientes, pudiendo usarla para optimizar sus ventas. 
  • A la vez, se ofrece al cliente más información sobre la empresa y los productos. 
  • Permite crear una comunidad que potencie las ventas recurrentes. 
  • Mayor agilidad en cuanto a lanzamientos de nuevos productos o retiradas de estos. 

Por el contrario, también hay algunos efectos negativos que se deben tener en cuenta:

  • La competencia también es mucho mayor en el medio digital.
  • Se necesita crear un plan de marketing específico si se quieren conseguir buenos resultados.
  • Se necesita también un mantenimiento técnico y tecnológico constante, con personal específico.

Qué se necesita para montar un ecommerce

Parece claro que montar un ecommerce es una opción con grandes beneficios para prácticamente cualquier empresa o autónomo. ¿Cómo hacerlo entonces? Estos son los requisitos más importantes:

Requisitos legales

  • Hacienda. Un ecommerce no deja de ser una tienda, por lo que se hace necesario igualmente comunicar a hacienda que va a dar inicio una actividad comercial, pasando a pagar el IVA de forma trimestral como en cualquier otro caso. El alta inicial debe hacerse mediante los modelos 036 y 037, rellenándolos adecuadamente. 
  • Seguridad Social. Es necesario también darse de alta en la Seguridad Social, concretamente en el RETA. Hay mucho escrito aquí sobre si es necesario darse de alta o no para ecommerce nuevos sin garantías de beneficios y más, pero la realidad es que incluso con ingresos por debajo del SMI, te expones a una multa si no te das de alta y pagas tu cuota de autónomos. Aquí es muy importante tener en cuenta las posibles bonificaciones a la cuota de autónomos, pues deben solicitarse desde el primer momento.

Hay otras leyes y requisitos que es necesario cumplir para proporcionar una buena experiencia de usuario y no tener problemas:

  • Ley de cookies. Casi todas las webs usan cookies a día de hoy y es necesario que la tuya notifique al visitante su uso. Puede parecer algo poco importante, pero incumplir esta ley puede conllevar multas de hasta 600.000€ en los peores casos, así que no es cuestión de broma.
  • LSSI. La Ley de comercio electrónico obliga a que facilites a tus usuarios una serie de datos de tu ecommerce, como los datos generales de la empresa, el correo electrónico y método de contacto, la política de devoluciones y garantías, etc. 
  • También debe seguirse la Ley de protección de datos y la ley del comercio minorista. En el caso de la ley de protección de datos, debe tenerse especial cuidado con respetarla en cuanto al uso de newsletter, muy habituales en el comercio online, siguiendo la normativa de los enlaces visibles de baja entre otras cosas. 

 Requisitos generales

Además de todo lo mencionado para respetar las leyes y normativa vigentes, tu ecommerce necesitará más que eso para empezar a funcionar. Estos son los pasos principales que tu estrategia debe seguir:

  • Planificación. Debes establecer una estrategia inicial: saber qué quieres conseguir concretamente, más allá de ganar dinero. Saber qué vas a vender, cómo y, sobre todo, a quién. Establecer un buyer persona claro, con el perfil de tu cliente ideal, será básico para todo lo demás. 
  • Crea la marca. Puede parecer elemental, pero la creación de un nombre de marca, así como un logo, una imagen general y los valores y sensaciones relacionados con tu marca es algo tan importante como complejo. Asegúrate de dedicarle todo el tiempo que merece. 
  • Consigue tu espacio online. Necesitarás comprar un dominio y contratar un servicio de hosting. Aquí es mucho lo que hay que decir y las posibilidades que se tienen, y también merecen de tiempo y esfuerzo suficiente para hacer la elección adecuada. Después tendrás que contratar a alguien que se encargue del diseño de la página o hacerlo tú mismo en alguna de las plataformas existentes como WordPress.
  • Promociona tu ecommerce y estudia las reacciones de los clientes a tus diferentes campañas para poder adaptarlas y optimizarlas: repite lo que funcione y cambia lo que no lo haga. Esto puede parecer sencillo para hay profesionales que se dedican exclusivamente a esto, a todas las escalas imaginables. 

Hecho esto, solo queda mantenerse flexible y constante y seguir progresando día a día, abierto a cambios y mejoras para no dejar de crecer.

(5, basado en 1 opiniones)

Entradas recomendadas